Sentía cómo ardía por dentro una verdad que tenía que decir. Me estaba comiendo por dentro. Muchas veces antes me habían reprochado que no tenía tacto para decir las cosas. Vaya cantidad de estupideces. Lo malo se dice, igual que se dice lo bueno, sin tanto adorno. Yo no soy así, no como ellos quieren. No pude evitar taladrar con la mirada al que tenía enfrente, mi compañero de vida, la persona que más amo en el mundo. Y al que estaba viendo dirigirse con los ojos vendados directo a un precipicio. Las palabras se cayeron de mi boca, una tras otra, sin atisbo de duda, porque sabía que era lo que tenía que hacer. Se lo tengo que decir, aunque sepa que vaya a perderlo después.
Elemento: Fuego
Polaridad: Positivo
Modalidad: Cardinal
Planeta regente: Marte
Aries es un signo activo, dinámico y con iniciativa, que se autoafirma a través de sus palabras y actos. Es sincero y espontáneo. Actúa intuitivamente, sin pensar. Su manifestación, franca y directa, adolece frecuentemente de diplomacia. Es valeroso y luchador, busca desafíos y se siente a gusto siendo pionero en algo, iniciando cosas o liderando nuevos proyectos. Los problemas de este signo aparecen cuando su agresividad está mal encauzada. En esos casos puede ser desconsiderado e incluso violento de palabra o acto. Otro factor negativo puede ser la falta de perseverancia, pues cuando la acción emprendida ya no presenta retos se aburre con la rutina y su espíritu guerrero sale a buscar nuevos desafíos.
Cada centímetro de mi piel estaba sedienta de su tacto. No podía dejar de pensar en sumergirme en su olor durante un año. Una década. Un siglo. Perder mi propia esencia para quedarme a vivir bajo sus músculos. Dejar de ser una.
Tengo la garganta cerrada, no puedo emitir ningún sonido. Estoy en llamas. Tanto, que la brisa que entra por la ventana apenas refresca la habitación. Ahora siento como las yemas de sus dedos rozan mi antebrazo, y una corriente eléctrica atraviesa mi cuerpo. Es como meter los pies descalzos en la tierra mojada. Como oler la hierba recién cortada. Si esto es así ahora, ¿qué pasará cuando me abrace?
Abro los ojos, dispuesta a enfrentarme al incendio. Y lo que encontré frente a mi fueron tus pupilas avivando el fuego.
Elemento: Tierra
Polaridad: Negativo
Modalidad: Fijo
Planeta regente: Venus
Tauro es un signo receptivo, firme y estable, y tiende a afianzarse en el mundo de lo concreto. Es prudente y más bien lento, pero cuando actúa lo hace con determinación y perseverancia. Busca seguridad en el plano material y/o emocional. Es afectivo y su sensualidad es una característica destacada que le inclina a experimentar el mundo a través del arte y de los sentidos físicos. Los conflictos de este signo están relacionados con actitudes posesivas e inmovilistas. De ello pueden derivarse celos, conductas obstinadas, y rencor. Otros factores problemáticos son su timidez y la pasividad.
En un mundo de ruido, de gritos, de exceso de luces y opiniones, yo te escucho. Y te escucharé siempre. No me importará nunca si lo que me cuentas ya me lo has dicho otras mil veces. Tampoco me importará que no me importe. Me dará igual si tu punto de vista es egoísta, si te equivocas o si te ciega la rabia. Puedes contar con que tu voz llegará hasta mi, estés donde estés, y que sabré entenderte. Porque yo soy parte de ti, y tú de mi. Y eso, no hay kilómetros ni idiomas que puedan destruirlo.
Elemento: Aire
Polaridad: Positivo
Modalidad: Mutable
Planeta regente: Mercurio
Géminis es un signo mental, cambiante y adaptable. Busca comunicarse, aprender, intercambiar opiniones, informarse y conectar con todo aquello que alimente su inagotable curiosidad. Suele interesarse por la lectura y la escritura. Su mente es lógica y secuencial, y tiene capacidad para valorar desapegadamente opiniones diferentes a la suya. El problema de este signo puede estar en su dispersión e inconstancia. También puede haber charlatanería y superficialidad. Otros factores conflictivos son su nerviosismo y la dificultad para conectar con las emociones.
Dentro de mi hay todo un mar. Una masa de agua incontrolable, inabarcable, indómita. A partes iguales da la vida y la quita. A veces, la máxima expresión de la tranquilidad y la paz; y a veces, la lucha más feroz y la causa más perdida. Cada nuevo coral, cada diatomea, cada medusa y cada ballena hacen el todo y, también, no significan nada. Hay mucho más que serenas olas que lamen la orilla, y mucho más que el reflejo de la luna en la noche más romántica.
Pero qué más da lo que te cuente. No vas a entender lo que soy en la vida.
Elemento: Agua
Polaridad: Negativo
Modalidad: Cardinal
Planeta regente: Luna
Cáncer es un signo emotivo, maternal e instintivo. Tiene el impulso de proteger y cuidar, y también de ser protegido y cuidado. Su sensibilidad receptiva hace que capte el clima emocional en los ambientes. Tiene necesidad de autoprotección y se orienta hacia el hogar y la familia, aunque también puede pasar por épocas de nomadismo. Siente atracción por el pasado, y son importantes sus recuerdos personales. Los conflictos de este signo están vinculados a su susceptibilidad que le lleva a actitudes de retraimiento y hermetismo. También manifiesta impaciencia, frecuentes cambios de humor y conductas fuera de toda lógica. Otros factores frecuentes son la timidez y la inercia.
Atento. Esta es la calma que precede a la tormenta. Todo está tranquilo en mi cabeza y en mi corazón. Ya lo he sentido antes, es como si te hubieran inyectado morfina en el alma y estás adormecida. Demasiado silencio por dentro.
No te dejes engañar, esto no es la normalidad. Es tan solo el comienzo de algo que va a explotar y va a poner del revés tu mundo. Algo divertido, disparatado, loco y extravagante. Demasiado agitado. Demasiado divertido.
Fíjate bien y no dejes de mirar. Podrás ver estallar el vendaval en cualquier momento. Y tú estarás en mitad del ojo de la tormenta.
Elemento: Fuego
Polaridad: Positivo
Modalidad: Fijo
Planeta regente: Sol
Leo es un signo activo, extrovertido, afectivo, vital y apasionado. Se autoexpresa de forma creativa, y disfruta con los juegos. Es noble, responsable y leal. De su presencia emana un carisma y una autoridad innata. Tiene confianza en sí mismo y gran capacidad para organizar y dirigir. Es protector, generoso y magnánimo. El problema de este signo está relacionado con el orgullo y su necesidad de prestigio y reconocimiento, que puede derivar en ostentación o altivez, así como en actitudes teatrales en las que busca compulsivamente ser el centro.
Que esté mirando atrás no significa que puedas juzgarme. No significa, tampoco, que eche de menos lo que he dejado pasar. O que vaya a volver corriendo a tus brazos, desconsolada, esperando a que me des una segunda oportunidad. Que no se te pase por la cabeza esa escena en la que me tienes delante, llorando, implorando que me perdones y me aceptes de nuevo. De eso, nada.
Hace mucho que se acabó el tiempo de descuento, y ni tus ganas ni mis dudas consiguieron solucionar lo que (no) había entre nosotros. Se terminó. Es tiempo de dejar morir al árbol para que nazca, fuerte, el brote de algo nuevo.
Elemento: Tierra
Polaridad: Negativo
Modalidad: Mutable
Planeta regente: Mercurio
Virgo es un signo analítico, meticuloso y perfeccionista. Busca la comprensión y el orden en el mundo material, centrándose en lo práctico y aplicando una lógica concreta. Tiene gran capacidad para un discernimiento metódico y razonado. Es servicial, trabajador, y necesita sentirse útil. Frecuentemente su atención se dirige hacia la salud y el cuidado del cuerpo. Los conflictos de este signo están relacionados con sentimientos de infravaloración social, la introversión y la timidez. También puede ser demasiado escéptico, crítico y puntilloso. A veces puede haber estallidos de rebelión compensatoria y mostrar descontrol.
No nos hace falta más
que una mirada, chocando
a la velocidad más alta
que podamos alcanzar.
Solo un murmullo, un ronroneo
y ya sé qué quieres decir,
aunque no digas una palabra
¿acaso crees que no te veo?
Conectamos, lo siento
tan dentro como mis latidos.
O como los tuyos.
Elemento: Aire
Polaridad: Positivo
Modalidad: Cardinal
Planeta regente: Venus
Libra es un signo que necesita establecer relaciones interpersonales fluidas, basadas en el entendimiento y la armonía. Manifiesta una gran sensibilidad hacia la estética, la belleza y el arte. Muestra refinamiento y elegancia, busca agradar y se expresa con tacto y diplomacia. Tiene sentido de la justicia y evalúa las situaciones imparcialmente, buscando el equilibrio. Los conflictos de este signo derivan de la superficialidad y la indecisión. Puede haber una marcada tendencia hacia la apariencia externa y el gusto por presumir. Frecuentemente huye de los conflictos y desafíos que se le plantean, buscando la indolencia de una vida fácil.
Déjame mirarte mejor, para que pueda verte. No me hace falta mucho más, ¿sabes? Veo lo que hay en ti, y es bello. Y tranquilo. Es como las algas marinas, meciéndose al compás de la brisa marina. Como un revoltijo de pececitos, recreando un tornado perfecto. Casi perfecto. Porque las cosas que son perfectas, al final, pierden su gracia. Es como la danza de una medusa, preciosa y peligrosa, alrededor de un coral. Como el canto profundo de una ballena, que atraviesa el océano. Igual que tú presencia atraviesa el aire hasta mi.
Qué curioso. Aún no hemos hablado y ya te conozco mejor que tú.
Elemento: Agua
Polaridad: Negativo
Modalidad: Fijo
Planeta regente: Plutón y Marte
Escorpio es un signo de emociones intensas y apasionadas, pero secretas y controladas. Su tendencia a una regeneración constante se manifiesta mediante los procesos de muerte y renacimiento en vida de los que sale fortalecido. Le interesa aquello que es oculto o marginal, y todo lo referente a la sexualidad y la muerte. Tiene una gran capacidad de penetración y es muy certero en sus apreciaciones. La problemática de este signo se vincula a episodios atormentados y autodestructivos. Cuando explota puede ser cruel y brutal. Igualmente puede manifestar deseos compulsivos y desenfrenados, unidos a veces a celos, rencor o venganza. Su contención tensa puede despertar inquietud en los demás.
“¿A tu edad, una moto?” ¿Pero cómo que vas a salir de fiesta?” ¿En serio tienes que ponerte esa camiseta, abuelo?” ¡Si supierais lo poco que me importa todo eso!
Puedo decir que estos huesos han sobrevivido a tres o cuatro crisis económicas - serán más o menos dependiendo de a quién preguntes -, otras tantas revueltas sociales, más 5 atentados terroristas y algún que otro puñal directo al corazón. Esta piel se ha mojado y secado tantas veces que ha perdido la sensibilidad al agua, diría yo. Me he quemado al sol y me he pelado de frío, también. No he visto muchos países diferentes al mío, 4 o 5 creo recordar. Pero he conocido a suficientes personas como para enamorarme de la humanidad. A veces me han gustado unas comidas que, a la vuelta de unos años, he aborrecido. Y luego me han vuelto a gustar, qué cosas.
No, nieto, no estoy loco. Lo que me pasa es que conservo las mismas ganas de vivir de cuando tenía tu edad.
Elemento: Fuego
Polaridad: Positivo
Modalidad: Mutable
Planeta regente: Júpiter
Sagitario es un signo expansivo, jovial y optimista, con capacidad para transmitir entusiasmo. Busca descubrir nuevos horizontes mediante viajes a lugares lejanos, aventuras y actividades al aire libre. Es muy idealista y siente una fuerte inclinación natural hacia la filosofía y la espiritualidad. Es independiente, audaz, intuitivo y confía en el futuro. Tiene espíritu de justicia y sentido del honor. Los problemas de este signo están relacionados con la exageración y la falta de medida. Puede ser imprudente y adolecer de un exceso de confianza. También puede sermonear y mostrarse fanático o intolerante con las ideas
El mundo funciona con equilibrios, sí. La energía existe y se transmite entre nosotros. Cuando tu tiras un vaso, el agua se derrama. Energía. Cuando empujas una puerta, se mueve. Para abrirse o para cerrarse, depende del momento en que te encuentres. También es energía. Si estás enfadado, conseguirás que los demás a tu alrededor se enfaden. Más energía.
Por eso, cuando supe que habías estado traicionando mi confianza me lo tomé con calma. La energía va a poner todo en su sitio. Todo el daño que me hayas hecho, o que pensaras hacerme, va a volver a ti. Porque está ahí, orbitando a tu alrededor, atraída por la fuerza de la gravedad que supone tu error.
No es una amenaza, de verdad. Ojalá lo puedas entender. Pero el universo conspira a mi favor (y en tu contra) para que te pegues un batacazo en el momento que creas que lo tienes todo.
Elemento: Tierra
Polaridad: Negativo
Modalidad: Cardinal
Planeta regente: Saturno
Capricornio es un signo racional, reflexivo, íntegro y disciplinado. Es muy responsable con su profesión y compromisos. Persiste en sus iniciativas y avanza sin prisa pero seguro, dirigiendo su energía hacia la realización de objetivos concretos. Se expresa con seriedad, discreción, reserva y una diplomacia formal. Valora positivamente la soledad y el ascetismo. Es previsor y tiene sentido de la economía. Los conflictos de este signo están relacionados con el pesimismo, la rigidez y la desconfianza. Puede mostrarse frío, distante, egoísta y poco sociable. Igualmente puede ser ambicioso, o mostrar un dogmatismo conservador con respecto a valores tradicionales.
A ver como te digo esto sin que suene a cliché: tú me importas. Y eso me hace feliz. Porque me gusta ver como sonríes y se te arrugan los ojos. Me gusta verte llorar de impotencia ante las cosas que sabes que son injustas y no puedes cambiar. Me encanta cuando no entiendes algo y se te arquea la ceja izquierda. Y siempre es la izquierda, me lo sé de memoria.
Me hace feliz poder decir que te entiendo, que cuando tú estás triste comparto tu pena. Y no es que sea tu culpa, no te rayes. Es que soy como la brisa que se acopla a tu cuerpo y pega el vestido a tus piernas: yo vivo para impregnarme de ti.
Ese es tu superpoder, cariño. Haces que me sienta feliz de compartir un mismo corazón.
Elemento: Aire
Polaridad: Positivo
Modalidad: Fijo
Planeta regente: Urano y Saturno
Acuario es un signo altruista, con firmes ideas respecto a la libertad e igualdad entre las personas. Es sincero, fiel y tiene un gran sentido de la amistad. Se manifiesta de forma original buscando la diferenciación y cuestionando lo establecido. Participa en grupos de acción social o humanitaria, pero siempre conservando su independencia. Es inventivo y le atrae todo lo innovador o vanguardista. La problemática de este signo deriva de su radicalidad y excentricismo. Puede ser rebelde en extremo y mostrarse inamovible en sus ideas utópicas. Igualmente puede tener manifestaciones bruscas e imprevisibles. Otros factores son la frialdad y la ausencia de emoción.
No sé cómo ni por dónde, pero tengo que escapar de aquí. El ruido es demasiado y el aire es muy espeso a mi alrededor. ¿No te has sentido nunca como si necesitases escapar de tu propia piel? Que no te representa, que te oprime, que te aprieta el corazón y los huesos y no te deja representar tu realidad. Como si fueses un mal actor interpretando un papel que no te pega.
Hay muchas voces en mi cabeza gritando lo que valgo y lo que no, lo que debo ser y todo lo que nunca llegaré a ser. Quiero salir de mi cuerpo, volar por encima de todos vosotros. Dejar a la vista la verdadera esencia de mi misma, y haceros entender que vosotros podéis hacer igual que yo.
Ojalá pudiésemos dejar de sentirnos como productos en serie fabricados por una máquina que dejó de funcionar hace mucho tiempo.
Elemento: Agua
Polaridad: Negativo
Modalidad: Mutable
Planeta regente: Neptuno y Júpiter
Piscis es un signo muy emotivo, sensible y compasivo. Existe un potencial de mediumnidad y una desarrollada percepción psíquica le permite captar la vibración que emite una persona o un lugar. Su gran empatía le capacita para establecer vínculos humanos con sensibilidad. Se entrega a los demás generosamente, con abnegación, sacrificio y renuncia. Su espiritualidad es mística y devocional. Los conflictos de este signo están relacionados con la ausencia de límites, la confusión y el escapismo. Puede perderse en las relaciones, engañar o autoengañarse y huir de la realidad. Es muy influenciable, y su vulnerabilidad emocional le hace propenso a sufrir.
¡Hola! Si has llegado hasta aquí significa que te interesa mucho el horóscopo o el zodiaco. Eso… o que te he pasado el link
Mi nombre es Sandra López Romarís y si ves esto es porque he terminado mi grado superior de ilustración, ¡por fin! Como puedes observar, el mundo del arte me gusta muchísimo: pintura, ilustración, fotografía, escultura, música… Pero lo que más me apasiona es dibujar.
Normalmente me gano un dinerillo realizando retratos de mascotas, aunque, me gustaría hacer algo más allá de eso. Por ello, considero mi TFG (esta maravillosa página y unas cuantas cosas más que, si las quieres ver, puedes preguntarme por email o instagram) un gran reto para mí. Siempre se me ha dado bastante mal dibujar personas, aunque me encantan los retratos. De eso me he dado cuenta practicando fotografía. A su vez, siempre me ha gustado el tema horóscopo y zodiaco, los 12 signos (bastante dibujables), el trasfondo de cada signo, en qué se basan para definir a cada uno…
Después de tener todas mis ideas claras, dejé que mi mano hiciese el resto y este es el resultado. Así que... ¡espero que lo disfrutéis!
¿Te has quedado con ganas de más?
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La astrología estudia nuestro vínculo con el Universo. La herramienta básica que se utiliza en astrología es la carta astral, en donde se encuentran representadas las posiciones de los planetas para el momento preciso del nacimiento, vistos desde unas determinadas coordenadas geográficas. Y en base al antiguo axioma hermético que dice “Lo que está arriba es como lo que está abajo...”, leyendo en el cielo exterior representado en la carta astral, podemos acceder a nuestro cielo interior.
Existen diferentes astrologías (china, india, tibetana, maya, occidental, etc.) que a lo largo de la historia se han ido desarrollando en función de cada cultura. Y en el caso de la astrología occidental contemporánea se observa una sub división en diversas especialidades que se ocupan de ámbitos como la psicología, la salud, la política, la economía o la educación, entre otros.
Entre dichas especialidades, la más difundida desde la década de los 60 del pasado siglo XX, es la que se conoce como “psicológica”. Esta especialidad está centrada en la comprensión del individuo en sus facetas psicológica y espiritual, así como en los procesos evolutivos que experimenta a lo largo de su vida. No obstante cabe señalar que sigue habiendo astrólogos que prefieren optar por una astrología de tipo predictivo-determinista, más centrada en los acontecimientos externos.
En la astrología psicológica se entiende que los signos, planetas y otros factores representados en la carta astral, simbolizan las potencialidades y cualidades innatas del individuo, y también aquellos puntos conflictivos que debe resolver para alcanzar una aceptable armonía interior. Por consiguiente, puede considerarse que la carta astral es como un mapa que describe nuestra cartografía interior y señala los caminos que nos conducen a una mayor realización personal.
En lo que se refiere a la utilización de las técnicas predictivas, la astrología psicológica se interesa por el estudio del momento presente, a fin de situar donde estamos, reflexionar cómo hemos llegado hasta aquí y plantearnos hacia dónde deseamos encauzar nuestra energía. Todo ello considerando el antiguo axioma que dice “los astros inclinan pero no obligan”, pues será el individuo quien en función de su capacidad y conciencia afrontará sus experiencias de una u otra forma.
Algo que resulta realmente impactante al conectar con la astrología, es que se hace evidente nuestro vínculo con el Universo. Y esta evidencia nos abre a un sentimiento de Totalidad y Unidad que va más allá de lo personal y da un sentido trascendente a nuestra existencia.
El origen de la astrología se pierde en la noche de los tiempos. Se suele explicar que nació en Mesopotamia hacia el 2500 a.C., pero numerosas evidencias señalan que su origen es mucho más antiguo. Además, diversos indicios de antiguas culturas señalan el conocimiento de datos astronómicos muy precisos, que no se explican con los medios de observación de que se disponía. Parece pues verosímil la hipótesis que apunta a que la astrología fue transmitida por una civilización más evolucionada que desapareció por motivos que ignoramos.
La carta astral representa la configuración planetaria del momento del nacimiento. Dicha configuración describe las cualidades personales innatas que condicionan nuestra percepción del mundo. Por consiguiente, experimentamos y actuamos en la vida según ese particular modelo energético que traemos al nacer.
Los datos necesarios para construir una carta astral son: la fecha, la hora y el lugar de nacimiento. Este último dato es necesario para determinar las coordenadas geográficas del lugar, pues la porción de cielo visible en cada lugar de la Tierra para un momento dado varía en función de dichas coordenadas.
Se llama signo solar a la posición que tiene el Sol en el Zodíaco. Se trata de lo que popularmente se conoce como “nuestro signo zodiacal”, y simboliza el yo interno o ego esencial que expresa nuestro propósito existencial y la voluntad de vivir.
Por otro lado, se denomina Ascendente al signo del Zodíaco que aparece por el horizonte (al Este) en el momento del nacimiento. El signo ocupado por el Ascendente representa nuestra personalidad externa, la imagen que los demás reciben de nosotros como primera impresión, y nuestra apariencia física.
El Ascendente recorre en 24 horas todo el Zodíaco, por lo que personas nacidas el mismo día pueden tener su Ascendente en cualquiera de los doce signos zodiacales. En una carta astral, el Ascendente es siempre el punto de inicio de la Casa 1.
En la práctica ambos signos –signo solar y signo ascendente– están muy relacionados. A veces corresponden a signos compatibles que cooperan entre sí, pero otras veces puede haber tensión entre los deseos y aspiraciones internas del signo solar y las manifestaciones externas del Ascendente. Las contradicciones resultantes pueden afectar nuestra armonía interior y exigirán un esfuerzo para poder ser resueltas.
Signos de fuego: Los signos de Fuego (Aries, Leo, Sagitario) se caracterizan por su vitalidad y su acción dinámica, enérgica y entusiasta. Manifiestan una energía expansiva y se expresan con franqueza y espontaneidad, de forma autoafirmada, con iniciativa y seguros de sí mismos. Su percepción del mundo es global, captan la esencia pero no los detalles y responden de forma intuitiva y rápida a las situaciones que se les presentan.
Signos de tierra: La naturaleza del elemento Tierra es descender, asentarse y servir de base. Los signos de Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio) se orientan hacia el mundo de lo que es concreto y tangible. Necesitan vivencias que proporcionen seguridad material, estabilidad, permanencia, y estructura. Prestan atención a las cosas sin apresurarse, asegurándose. Se manifiestan en el mundo material movidos por valores prácticos y sensaciones físicas.
Signos de aire: La naturaleza del elemento Aire es esparcirse por todas partes, se introduce en el cuerpo y penetra por todos los rincones.
Los signos de Aire (Géminis, Libra, Acuario) se mueven en el espacio de las ideas, el intelecto, la mente, los conceptos y la lógica. Necesitan comunicarse, relacionarse, e intercambiar lo que saben o piensan; igualmente, son capaces de valorar opiniones diferentes a las suyas con desapego y perspectiva, incluso aunque no las compartan.
Signos de agua: Los signos de Agua (Cáncer, Escorpio, Piscis) se vinculan con el mundo emocional, los sentimientos y la empatía. Son sensibles, receptivos y compasivos (con algún matiz diferencial en el caso de Escorpio que destaca por su intensidad energética). Reaccionan en base a su intuición e instintos, y su desarrollado psiquismo les capacita para conectar con el mundo de lo sutil e intangible.
Los cuatro elementos se subdividen a su vez en dos grupos: signos denominados “positivos o masculinos” y los signos “negativos o femeninos”. Estas denominaciones no implican una valoración cualitativa o de género. Al igual que cuando se habla de los polos positivo y negativo de un cable eléctrico, la división de los signos en positivos y negativos únicamente hace referencia a cualidades diferentes.
Según su modalidad los signos pueden ser Cardinales, Fijos o Mutables.
Los planetas hacen referencia a arquetipos psicológicos internos. Representan las energías vivas en sí mismas y su emplazamiento en el Zodíaco define las diferentes manifestaciones del individuo. Algunas energías planetarias son masculinas y otras femeninas, pero es evidente que, tanto si se es hombre como mujer, en una carta astral existen ambas polaridades.Los planetas que se utilizan en la carta astral son diez: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Observaremos que al hablar de planetas incluimos al Sol y a la Luna, pues aunque en realidad son una estrella y un satélite respectivamente, desde la perspectiva simbólica de la astrología se les considera energías planetarias.
El Sol simboliza el núcleo central del yo. Representa el ego esencial que marca el propósito y da sentido a nuestra realidad existencial. Corresponde al centro energético consciente y vital que configura nuestra forma de expresión básica.Describe lo masculino en el interior de cada persona, y la vivencia psicológica –o imagen– que se tiene del padre.
La Luna simboliza las respuestas emocionales y las reacciones instintivas ante los estímulos externos. Asociada con el principio materno, la Luna indica cómo nutrimos emocionalmente a los demás y qué tipo de relaciones y situaciones sentimos que nos proporcionan seguridad emocional. Describe lo femenino en el interior de cada persona, y la vivencia psicológica –o imagen– que se tiene de la madre.
Mercurio está asociado con el intelecto y los procesos mentales. Se relaciona con el pensamiento lógico, la capacidad de análisis, la adquisición de conocimientos y el aprendizaje. Representa la comunicación de todo tipo, expresada de manera verbal, gestual o gráfica. Señala la forma en que nos comunicamos, intercambiamos ideas y transmitimos información.
Venus simboliza la afectividad, el amor, la atracción y el placer. Se relaciona con la armonía, la sensibilidad artística y la belleza en todas sus formas. Describe lo que nos gusta y las cualidades que valoramos debido a que despiertan en nosotros sensaciones gratificantes. Señala la forma en que se experimentan las cualidades vinculadas a la feminidad –tanto en un hombre como en una mujer– así como el aspecto femenino de la sexualidad.
Marte simboliza la energía agresiva mediante la cual afrontamos los desafíos de la vida y nos hacemos valer. Describe cómo nos autoafirmamos y cómo luchamos para conseguir los resultados que deseamos. Señala la forma en que se experimentan las cualidades vinculadas a la masculinidad –tanto en un hombre como en una mujer– así como el aspecto masculino de la sexualidad.
Júpiter se relaciona con el impulso de expansión, crecimiento y elevación, en cualquier ámbito de la existencia. Describe la conexión con las creencias e ideales espirituales, religiosos o filosóficos que sirven de guía en la vida. Representa la visión global y esencial que va más allá buscando, pero sin perderse en pormenores. Simboliza el estímulo parental que transmite confianza y optimismo.
Saturno se relaciona con el principio de concentración y la búsqueda de realizaciones concretas. Describe la tendencia de estructurar y asentar la propia identidad a través de la racionalidad y el esfuerzo sostenido. Está asociado con la disciplina, el compromiso, la responsabilidad y la tradición. Se vincula con los logros tangibles alcanzados mediante lentos y sólidos procesos. Representa el control parental que preserva y pone normas.
Urano simboliza el impulso de libertad, independencia y diferenciación. Está relacionado con la inventiva y la originalidad. Representa la rebeldía ante la tradición, las normas establecidas y las pautas limitadoras. Señala el despertar brusco a través de nuevas visiones que generan rupturas y cambios radicales en la vida personal. Se vincula a proyectos colectivos humanitarios, progresistas o revolucionarios.
Plutón describe los procesos regenerativos de muerte y renacimiento en la existencia. Simboliza la energía de fondo que fuerza a una transformación profunda. Se relaciona con sentimientos inconscientes y emociones poderosas que pugnan por manifestarse y, a la vez, con el control y contención de dichas emociones. Está vinculado con los procesos terapéuticos y con la experiencia de soltar aquello que ya no sirve para nuestra evolución.
Si has terminado de echarle un vistazo a todo el proyecto FATUM, puedes enviarme un email diciéndome qué te parece :)
Bien, ¡cómo no!, tocan los agradecimientos. En primer lugar, quiero dar las gracias a mis profesores por haberme enseñado y aconsejado tanto para que el resultado sea lo mejor posible.
Por supuesto, no han sido los únicos que me han aconsejado y ayudado. Como sabéis, el ‘’equipo Drawing’’ lo componen varias personas: Marta Lanzas, mi maestra de Jiujitsu, quien lleva acompañándome años y años en todos mis proyectos y que, convertiremos el proyecto Fatum en un libro precioso con sus microrrelatos y mis ilustraciones. Gracias también a Jesús Saldaña por hacer posible esta maravillosa web y por dar forma a mis ideas en un pequeño espacio de internet. A Rocío Sánchez, la creadora de mi principal página web, Drawing Paws, siempre dándonos consejos y tapando nuestros errores. Y por último pero no menos importante, a Cristian Sánchez, el compositor de esta preciosa pieza de piano capaz de darle vida a este pequeño proyecto.
Muchas gracias a José Royo de Astrología del Ser por prestarme su conocimiento y hacer que esto sea posible.